Aziza Laraki, mujer de negocios, reivindica su libertad en su discurso y, sobre todo, en la acción contra los prejuicios y las imposiciones. Siendo a la vez feminista y femenina es así como libra sus batallas : rubia despeinada, buen humor resplandeciente, con ideas originales y proyectos que se extienden hasta la noche de los tiempos. De esa manera singularmente femenina y con una desenvoltura libre y fresca es como ella recibe a sus invitados célebres durante las inauguraciones de todas las exposiciones que organiza, destacándose las que son consagradas al Día internacional de los Derechos de la Mujer. Fue en esta dirección que en marzo de 2018 se expuso Les femmes s’affichent (Las mujeres se muestran) en las paredes de la Galería Kent, en compañía de Khadija Tnana, siempre inteligentemente radical, de Amina Rezki como papisa de las reconquistas de la gran figuración, de Nazik Boukmakh la traspasadora, Mahacine El Ahrach plena de delicadezas, Narjisse El Joubari heredera de la tradición, Hanae El Oudghriri con una energía cercana a la abstracción lírica… y, por supuesto, siempre Amal El Atrache, transformada en la embajadora de una concepción de la casa. En marzo de 2020, el evento para celebrar los derechos de la mujer reunió, además de algunas de estas pioneras, las sutiles esculturas y los bajorrelieves de Itaf Benjelloun, los enigmas de la nueva figuración de Amina Benbouchta, los rigores formalistas de la fotógrafa Catherine Poncin, los lienzos de Carla Querejeta Roca, los paisajes sabiamente esencializados de Houda Terjuman y las grandes abstracciones líricas de Mounia Touiss.
Abdellah El Haitout, otro pintor abstracto que se reivindica heredero de Cy Twombly y que continúa siendo un discípulo del gran Fouad Bellamine, ha traído de su ciudad de Salé sus espléndidos ejercicios de estilo a las paredes de la galería más grande de Tánger. El evento, organizado en abril de 2019, tuvo a la vez una gran repercusión mediática por su calidad artística. Por otro lado, el homenaje rendido a Noureddine Madrane a finales de 2018 había colmado las expectativas de un público más tradicional. Tampoco la fotografía se queda atrás en la programación de la Galería Kent que organizó en septiembre de 2019 una exposición con espléndidas impresiones plateadas de Younes Fizazi en un Timeless donde el joven dandy de la fotografía rbatia declinó todos los contrastes de su Marruecos milenario y al mismo tiempo muy moderno; al mes siguiente, Stéphane Modéna, un hijo del estrecho, ofreció su primera gran exposición en calidad de fotógrafo profesional.
Aziza Laraki supo multiplicar las colaboraciones con diferentes instituciones culturales y de esta manera posibilitó externalizar eventos, ya sea con el Instituto Cervantes o con la publicación literaria SureS, el Instituto Nacional de Bellas Artes de Tetuán, el Festival Tánger Foto Med o un espacio como Ô Saveur. Es de esta manera que con una dinámica de eventos innovadores, iniciada con la escuela de Bellas Artes del norte de Marruecos y la antena tangerina de la diplomacia cultural ibérica, se decidió organizar cada año exposiciones de gran calidad internacional con la finalidad de sostener y valorizar el proceso y el trabajo de los talentos de mañana. Inssaf Asry, Omayma El Guerssifi, Khadija Jayi, Mohamed Noujmi y Mouhcine Rahaoui fueron los primeros, en diciembre de 2019, en beneficiarse de esta visibilidad en las paredes de la galería en un evento de gran nivel celebrado por todos gracias a su exigencia. La Galería Kent también juega su papel de locomotora cultural al crear nuevas sinergias para la organización de exposiciones colectivas: Khadija El Fahli, Nouzha Lityeme y Raphaël Gaudin fueron reunidos en febrero de 2019, a la vez que los artistas de Lucky Number 4 ya habían tenido una tribuna el mismo mes del año precedente.
La Galería Kent ha sabido darle un nuevo tono a la escena cultural tangerina, aportando un candor, un deseo y una libertad que sin depender de las grandes instituciones tienen un rigor, una exigencia y un profesionalismo que a menudo no es posible ofrecer en los lugares más modestos. El espacio es singular y privilegiado, tanto por su situación central en una ciudad única, símbolo de la mezcla de culturas como por su configuración. Los mejores técnicos de la ciudad allí garantizan los montajes de las obras, las aperturas de las exposiciones, la visibilidad y la comunicación. Los medios, que no se engañan, cubren ampliamente las elecciones hechas por Aziza Laraki y la evolución del lugar que ella ha creado y que se ha transformado en un faro de la vida cultural de Tánger y de todo el Reino.
Aziza Laraki, nacida de una pareja multicultural, creció entre España y Tánger donde su padre había establecido los numerosos negocios familiares. Obtuvo un DEUG (Diploma de Estudios Universitarios Generales) en Lenguas Extranjeras Aplicadas en la Universidad de Montpellier y luego continuó sus estudios en la Escuela Superior de Comercio de Marrakech para diplomarse en comercio internacional en Chicago. Decidió abrir la Galería Kent en un espacio comercial adquirido en los años ochenta por su padre. Un año después de la desaparición de este, y para rendirle homenaje, Aziza Laraki reinauguraba este lugar para volver a ofrecerlo a la vida pública.